26 noviembre, 2009

LA DIGNIDAD CATALANA

El "nazionalismo" catalán no tiene límites.Lo que no existe en la calle lo politizan y lo hacen dogma de fe, ahora con el apoyo de los diarios catalanes. No nos engañemos, digan lo que digan, el Estatut ha sido un pulso al Estado del que se sienten vencedores, pero tan "democráticos" ellos cuestionan que se les cuestione  su camino hacia la independencia en el que se han encontrado con el inestimable apoyo de los socialistas catalanes.

Lo que no les favorece lo cuestionan y por eso el ataque que está sufriendo el Tribunal Constitucional. Dice el editorial conjunto que hoy hemos conocido en los diarios catalanes que "están en juego los pactos profundos que han hecho posible los treinta años más virtuosos de la historia de España. Y llegados a este punto es imprescindible recordar uno de los principios vertebrales de nuestro sistema jurídico, de raíz romana: Pacta sunt servanda. Lo pactado obliga.". Pues eso es precisamante lo que tiene que decidir el Tribunal Constitucional, que si lo pactado en la Constitución de 1978 se cumple o no se cumple en el nuevo Estatut, que no nos engañemos arrincona al máximo todo lo  que huela a español, como si nunca hubiera formado partede la realidad catalana.

Solo uno de cada tres catalanes votaron el nuevo Estatut, pero lo que los "nazionalistas" no entienden es que se rechace la imposición de sus normas y sus leyes saltándose a la torera lo pactado en la Constitución, que es la norma suprema del Estado. Claro que ellos -más excluyentes que nadie- pretenden tener su Estado paralelo para llegar a su Estado independiente. Todo el que no se pliegue a sus deseos es tachado directamente de anticatalanista, pero ¿se han preguntado alguna vez porqué ofrecen tanto rechazo en el resto de España sus veleidades diferenciales?. Precisamente, por lo mismo que ellos critican, porque como les hizo Franco -todo parece una venganza- no permiten que en Cataluña se pueda estudiar en castellano si uno lo pretende, cuando la Constitución señala expresamante el bilingüísmo de la sociedad catalana. Excluyen y cercenan la libertad de elección, como en la mejor tradición "nazista". Su contundente agresión al resto de España con el hecho diferenciador no ha tenido adecuada respuesta  y la manipulación de la historia ha sido toda una constante en la formación de los niños catalanes.


La llamada Carta Magna nos obliga a todos los españoles, por eso los "nazionalistas" no soportan que tengan que ajustarse al texto constitucional y de ahí su pulso el Estado y al conjunto de la sociedad española.
Ellos deben saber que pueden optar por la independencia, pero está claro que es un asunto que concierne a todos los españoles. Es como si un pueblo catalán quisiera pasarse a Francia (¿se acuerdan de Llivia?) o en el caso de querer quedarse en España, ¿qué van a hacer? aceptarlo democráticamante o decir que esa no es la opinión de todo el pueblo catalán y obligarles a seguir en Cataluña aun cuando hayan votado a favor de seguir en España . Nos estamos volviendo locos y lo malo es que los que tienen en su poder defender al Estado se han arrojado en la protección  de los votos "nazionalistas". Su poder condiciona la viabilidad de este Estado y ya Gregorio Peces Barba y Alfonso Guerra reconocieron que se equivocaron ofreciéndoles más poder que el que les correspondería en una auténtica democracia en la que todos los votos tuvieran el mismo valor. No es extraño que Izquierda Unida y UPyD hayan pedido el cambio de la ley electoral. No lo van a conseguir, la clase politica dominante está demasiado atada a unos "nazionalismos" que piden el respeto de "la dignidad  catalana" cuando ellos son los que han roto el pacto mostrando todo lo contrario. Quieren imponer  sus leyes, aunque estén en contra del espíritu Constitucional pactado. Dejemos que hable el Constitucional, a lo mejor yo no llevo razón, pero no me cuenten películas y sean dignos en el respeto a lo que se determine, aun cuando no les guste a los lacayos del "nazionalismo". No traten de manipular, ni traten de que entendamos el trágala que suponen sus imposiciones rompiendo la convivencia de la sociedad catalana y española. Si  no respetan la diferencia y cercenan la libertad  -y lo están haciendo- en aras de sus ideas no esperen que entiendan de su llamada dignidad. El respeto hay que ganarlo.
¿Qué prefieren, la senyera con la estrella en blanco o en rojo? ¿Quédirían los Condes de Barcelona que adoptaron la bandera bicolor cuatribarrada?

24 noviembre, 2009

DEFENSA 2009

El premio venía demorándose por “agenda” de la ministra de Defensa, Carme Chacón. Por fin, en el Cuartel del Ejército del Aire, se ha celebrado hoy el acto de la entrega de los Premios Defensa 2009, en la que he sido uno de los premiados por el documental sobre “La guerra Ifni-Sahara, 1957-1958”, emitido durante mi etapa como director de Documentos RNE. El documental reconstruye y analiza los acontecimientos que hace cincuenta años rodearon a la última guerra mantenida por España en la que murieron casi 200 soldados españoles y cuyas consecuencias condicionaron el proceso descolonizador en las posesiones africanas en la costa atlántica (Cabo Juby, Ifni y Sahara Occidental).



Al acto asistieron numerosas autoridades militares y civiles. En esta edición, el exministro y Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, recibió el Premio Extraordinario Defensa 2009, mientras que la socióloga Amparo Tortosa Garrigós también obtuvo otro de los premios por una serie de artículos periodísticos publicados en diversos medios sobre “Estrategia de seguridad mundial. Afganistán, el Sahel y el Yihadismo”, así como Juan Antonio Tirado y José Jiménez Pons, por el reportaje “Soldados contra la catástrofe” emitido en Informe Semanal de TVE.

Se da la circunstancia de que el pasado año la Armada Española me otorgó su Diploma de Honor por defender los intereses marítimos españoles a través del documental “El lago español. Galeones, Corbetas y Fragatas en el Pacífico” y compartí con la ministra de Defensa, Carme Chacón, los Premios Internacionales de Prensa del CIP, que obtuve “por la dirección del mejor programa de radio en España”.

Con este Premio Defensa 2009 vengo a cerrar el ciclo que inicié hace dos años con el Premio de Periodismo y Comunicación Torre de Nerva, el Andalucía de Periodismo, el Ciudad de Huelva y el 28 de Febrero-Parlamento de Andalucía , además de los mencionados. Otro programa "El agua, elemento devida" emitido en Documentos RNE bajo mi dirección recibió también este año uno de los Premios de la Asociación dela Prensa de Guadalajara. Han sido dos años fructíferos en los que mi trabajo ha sido reconocido.

23 noviembre, 2009

SAHARA Y GIBRALTAR, los "invasores" quieren decidir

Estos días se han cruzado en nuestras noticias dos cuestiones que afectan de manera directa a dos conflictos sin resolver para nuestra diplomacia y los dos se encuentran en la agenda de la ONU en los procesos de territorios a descolonizar.

El de Gibraltar abierto desde hace algo más de 300 años -no para la ONU, por supuesto- emborrona periódicamente las relaciones hispano-británicas. El último episodio sobre el ametrallamiento de una bandera española en aguas de la Bahía de Algeciras pone en evidencia el hecho de las dificultades para España de exigir escrupulosamente el respeto a los límites territoriales de la cesión contemplada en el Tratado de Utrech de 1713, “la ciudad y castillo de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensa y fortaleza” excluyéndose , específicamente la conexión por tierra (el itsmo) y cualquier otra jurisdicción sobre aguas territoriales que quedaron circunscritas a las interiores del puerto. El Reino Unido ha protestado por las operaciones de la Guardia Civil en aguas cercanas a la Roca y España acaba de recordar a Londres que la soberanía sobre las tres millas que circundan al Peñón no les pertenece, pero el Reino Unido piensa de forma muy diferente y por eso los continuos incidentes en la zona.

La política de hechos consumados llevó a los británicos a apoderarse del itsmo donde está instalado el aeropuerto construido en la Segunda Guerra Mundial y a adueñarse imponiendo continuamente su ley de las aguas adyacentes al Peñón, no solo ampliando su dominio marítimo en la zona, sino también ganando terreno rellenando el mar con tierras llevadas desde España. Los incidentes sobre el contrabando proveniente de la Roca o el reciente sobre el ametrallamiento de una bandera española por parte de la Navy no dejan de ser recordatorios de un conflicto que se eterniza ante el rechazo de lo habitantes británicos de la colonia-base para que el territorio sea devuelto a España, tal como viene dictaminando la ONU. La voz cantante la llevan los Llanitos (giannitos) a los que no les interesa cambiar su privilegiado sistema en el que tienen lo mejor de España y del Reino Unido. Pero esta ha sido una población de relleno llevada como mano de obra a la colonia militar, especialmente tras la Segunda Guerra Mundial. Los sucesivos gobiernos españoles democráticos han ido cediendo poco a poco sin conseguir contrapartidas para nuestros intereses, lo que evidencia un fracaso rotundo de nuestra política exterior en este terreno. El Reino Unido y España son los dos Estados que pleitean por el territorio, pero si son los residentes anglogibraltareños los que tienen que decidir el futuro del territorio colonizado, nunca volverá a ser español.

Algo parecido puede suceder en el Sahara Occidental ocupado militarmente por Marruecos. España tenía preparado desde 1974 un referéndum apoyado por la ONU, pero los vergonzosos acontecimientos de noviembre de 1975 cerrados con el abandono a su suerte de quienes hasta entonces habían sido españoles y la entrega a Marruecos y Mauritania de la entonces provincia española, supuso poner al territorio en un callejón sin salida que promete eternizarse, como ha ocurrido en Gibraltar.



Los saharauis huyeron al desierto y se establecieron en campos de refugiados, mientras que Marruecos ocupó el territorio y comenzó a colonizarlo con marroquíes. Después de 34 años, Marruecos ve cómo se sigue sin reconocer internacionalmente su soberanía sobre el territorio ocupado y por ello ofrece a los saharauis una autonomía bajo la bandera central marroquí. Mientras, los saharauis representados por el Frente Polisario reivindican su derecho de autodeterminación perdido por la traición española y se aferran al censo español para celebrarlo. Este es uno de los escollos para la resolución del problema.

Tras el giro de la política norteamericana en la cuestión del Sahara Occidental apoyando en el Consejo de Seguridad de la ONU la resolución 1871 que promueve el derecho de autodeterminación de los saharauis, parece que la Administración Obama se decantará por dejar atrás el anterior apoyo de Bush a las intenciones de Mohamed VI y se retomará el Plan Baker II, el “Plan de paz para la libre determinación del pueblo del Sahara Occidental”, esta vez con otro norteamericano, Christofer Ross, como enviado personal del secretario general de la ONU.
A Marruecos no le ha gustado nada el giro político estadounidense que deja en evidencia la adhesión forzada de las “provincias del sur”. De ahí la presión que ejerce sobre los disidentes independentistas saharauis, como ha evidenciado el caso de a activista proderechos humanos, Aminatu Haidar, cuyo pecado al volver a su casa de El Aiún, tras recibir un prestigioso premio en Estados Unidos, ha sido poner “Saharaui” en la casilla sobre la nacionalidad en el documento que le exigían las autoridades marroquíes.

Mohamed VI insiste en la política represora implantada por su padre Hassan II ante el rechazo que produce su presencia en el Sahara Occidental. Sin embargo, aquel Plan Baker II de 2003 le da alguna oportunidad, como el hecho de que proponga que puedan votar en el referéndum de autodeterminación los mayores de 18 años que estén en el censo establecido por la ONU en 1999, los que el ACNUR recogió en el año 2000 en los campos de refugiados y “los que hayan residido de forma continuada en el Sahara desde el 30 de diciembre de 1999”. Es decir, los miles de marroquíes que se han establecido en el territorio ocupado, al igual que sucede con los actuales habitantes de Gibraltar llevados a la colonia-base por el Reino Unido.

Se establecería así un nuevo elemento desconocido en los procesos descolonizadores, ya que se están cambiando los derechos de autodeterminación de los pueblos, por algo hasta ahora inaceptado como es que sean los “residentes” del territorio los que decidan esa autodeterminación. Afortunadamente, los anglogibraltareños no tienen reconocido el concepto de “pueblo”, que sí podrían reivindicar los descendientes de los gibraltareños españoles expulsados y que se establecieron en el Campo de Gibraltar; pero está claro que la ONU puede establecer un precedente si permite que en un futuro referéndum de autodeterminación del Sahara Occidental voten los marroquíes que desde 1999 estén viviendo en el territorio.

15 noviembre, 2009

LA ESPINA DEL SAHARA

El Sahara Occidental permanece como una espina en la conciencia de España. Desde que el gobierno español decidió abandonar  a  su suerte a quienes hasta noviembre de 1975 habían sido ciudadanos españoles de la provincia del Sahara -como antes lo hizo en el Rif, en Villa Bens o en Ifni- para entregarlos a un régimen medieval imperialista los golpes se acumulan sin que nadie sepa reaccionar.
El caso de la saharahui Aminatou Haidar, nacida española hace 42 años, ha vuelto a evidenciar las contradiciones entre la defensa de intereses económicos y la defensa de la justicia histórica. Se negó a firmar en El Aiun como ciudadana marroquí, algo evidente para quien lucha por los derechos humanos de los saharahuis y que venía de Nueva York de recoger el Premio Coraje Civil 2009.



Marruecos no ha perdido la ocasión de aplicar su política represiva para someter a los habitantes del territorio invadido con la complicidad de España. Mohamed VI sabe que el Sahara nunca perteneció a Marruecos y por eso ni la ONU ni la comunidad internacional le reconoce la soberanía sobre el territorio, algo que ya dejó claro el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, lo que motivó la marcha verde orquestada por Hassan II al recibir el apoyo de los EEUU que temía perder los fosfatos del territorio. El pasado 6 de noviembre (El País, 15 noviembre 2009) el rey Mohamed VI pronunció, con motivo del 34 aniversario de la Marcha Verde, un discurso en el que instó a la justicia y a las fuerzas de seguridad a actuar con más contundencia contra "los adversarios de la integridad territorial de Marruecos", es decir los que piden la autodeterminación del territorio. "Hay que desbaratar los complots urdidos contra la marroquinidad de nuestro Sáhara", añadió el monarca.

El caso Aminatou Haidar testimonia esa espina que tenemos clavada y que ha puesto en evidencia, una vez más, cómo la política no es capaz de armonizar la teórica defensa de los derechos humanos con la realidad, en un territorio del que somos absolutamente responsables de lo que está ocurriendo, aunque hayan pasado 34 años. En mi documental "Sahara, 1975" se puede oir a un joven líder socialista, Felipe González, prometer en el desierto a los refugiados saharauís, que si llegaba al poder el Sahara les sería restituido. Flaca memoria y qué lejos nos encontramos de aquello. Entiendo  los intereses  "privados" de los ministros de Franco que entregaron la administración -solo la administración- de aquel territorio a las fuerzas represoras marroquíes, pero no puedo entender a la democracia española que no ha encontrado aún el camino para reparar aquella cobardía y la traición a unos ciudadanos que eran españoles. Aminatou Haidar nació española y si tiene pasaporte marroquí es porque no puede tener otro, ya que vive en El Aiún y desde dentro no ha renunciado a reivindicar  pacificamente la independencia de su tierra, denunciando las atrocidades de las fuerzas represoras marroquíes.

Curiosamente el Gobierno español la ha dejado entrar en España sin pasaporte, pero no la deja salir hacia el Sahara porque no tiene pasaporte. Es como si un senegalés,  un paquistaní o un camerunés de los que llegan en patera no pudieran ya salir de España porque no tienen pasaporte. Tremenda ironía que dice poco de cómo la política exterior está atada frente al régimen represivo de Marruecos.  No se quiere enfadar al vecino del sur no sea que nos pida Ceuta, Melilla y peñones.  Todo llegará, pero mientras nos falta asumir nuestra responsabilidad histórica y ser consecuentes con ella para poder hablar con dignididad. Los militares españoles que en 1975 acataron las órdenes políticas  para entregar el Sahara al Ejército marroquí nunca se pudieron sentir tan humillados y no olvidan cómo se hizo añicos el compromiso de defender a los saharauis. Nuestra obligación hoy  -por justicia- es hacerlo, porque aquella espina nos duele. Como nos duele comprobar cómo se sigue traicionando los principios de la decencia.

NOTA agregada el 2 de diciembre

Tan medieval es la mentalidad de los "subditos marroquíes"  que el cónsul de Marruecos en Las Palmas, Abderamán Leibek,  afirmó que le expediría un nuevo pasaporte "en media hora" si pide perdón a su rey por el "acto de traición a su patria" cometido en el aeropuerto de El Aaiún. Haidar rellenó la ficha policial y en el apartado sobre su lugar de residencia escribió Sáhara Occidental en lugar de Marruecos.
No entiende que no puede pedir pedir perdón a quien no considera su Rey y máximo responsable de la ocupación de su tierra. No existe ninguna traición, sino la voluntad de luchar por quienes niegan y atacan los más elementales derechos humanos. Estos pobres adoradores del Sultán no entienden de dignidad, como tampoco los gobiernos de España que se han sumado al apoyo de Marruecos en su aplastamiento de la conciencia saharahui. Hemos olvidado nuestra propia historia y nuestros compromisos con un pueblo que fue español hasta quedecidimos darle lapatada y entregarlo al Sultán-Rey.