Lo que no les favorece lo cuestionan y por eso el ataque que está sufriendo el Tribunal Constitucional. Dice el editorial conjunto que hoy hemos conocido en los diarios catalanes que "están en juego los pactos profundos que han hecho posible los treinta años más virtuosos de la historia de España. Y llegados a este punto es imprescindible recordar uno de los principios vertebrales de nuestro sistema jurídico, de raíz romana: Pacta sunt servanda. Lo pactado obliga.". Pues eso es precisamante lo que tiene que decidir el Tribunal Constitucional, que si lo pactado en la Constitución de 1978 se cumple o no se cumple en el nuevo Estatut, que no nos engañemos arrincona al máximo todo lo que huela a español, como si nunca hubiera formado partede la realidad catalana.
Solo uno de cada tres catalanes votaron el nuevo Estatut, pero lo que los "nazionalistas" no entienden es que se rechace la imposición de sus normas y sus leyes saltándose a la torera lo pactado en la Constitución, que es la norma suprema del Estado. Claro que ellos -más excluyentes que nadie- pretenden tener su Estado paralelo para llegar a su Estado independiente. Todo el que no se pliegue a sus deseos es tachado directamente de anticatalanista, pero ¿se han preguntado alguna vez porqué ofrecen tanto rechazo en el resto de España sus veleidades diferenciales?. Precisamente, por lo mismo que ellos critican, porque como les hizo Franco -todo parece una venganza- no permiten que en Cataluña se pueda estudiar en castellano si uno lo pretende, cuando la Constitución señala expresamante el bilingüísmo de la sociedad catalana. Excluyen y cercenan la libertad de elección, como en la mejor tradición "nazista". Su contundente agresión al resto de España con el hecho diferenciador no ha tenido adecuada respuesta y la manipulación de la historia ha sido toda una constante en la formación de los niños catalanes.
La llamada Carta Magna nos obliga a todos los españoles, por eso los "nazionalistas" no soportan que tengan que ajustarse al texto constitucional y de ahí su pulso el Estado y al conjunto de la sociedad española.
Ellos deben saber que pueden optar por la independencia, pero está claro que es un asunto que concierne a todos los españoles. Es como si un pueblo catalán quisiera pasarse a Francia (¿se acuerdan de Llivia?) o en el caso de querer quedarse en España, ¿qué van a hacer? aceptarlo democráticamante o decir que esa no es la opinión de todo el pueblo catalán y obligarles a seguir en Cataluña aun cuando hayan votado a favor de seguir en España . Nos estamos volviendo locos y lo malo es que los que tienen en su poder defender al Estado se han arrojado en la protección de los votos "nazionalistas". Su poder condiciona la viabilidad de este Estado y ya Gregorio Peces Barba y Alfonso Guerra reconocieron que se equivocaron ofreciéndoles más poder que el que les correspondería en una auténtica democracia en la que todos los votos tuvieran el mismo valor. No es extraño que Izquierda Unida y UPyD hayan pedido el cambio de la ley electoral. No lo van a conseguir, la clase politica dominante está demasiado atada a unos "nazionalismos" que piden el respeto de "la dignidad catalana" cuando ellos son los que han roto el pacto mostrando todo lo contrario. Quieren imponer sus leyes, aunque estén en contra del espíritu Constitucional pactado. Dejemos que hable el Constitucional, a lo mejor yo no llevo razón, pero no me cuenten películas y sean dignos en el respeto a lo que se determine, aun cuando no les guste a los lacayos del "nazionalismo". No traten de manipular, ni traten de que entendamos el trágala que suponen sus imposiciones rompiendo la convivencia de la sociedad catalana y española. Si no respetan la diferencia y cercenan la libertad -y lo están haciendo- en aras de sus ideas no esperen que entiendan de su llamada dignidad. El respeto hay que ganarlo.¿Qué prefieren, la senyera con la estrella en blanco o en rojo? ¿Quédirían los Condes de Barcelona que adoptaron la bandera bicolor cuatribarrada?